PURÉ DE CALABAZA



                 Cuando comienzan a caer las primeras hojas del otoño, se empiezan a ver en las redes sociales y en alguna que otra frutería las típicas calabazas de Halloween. Para cuando llega octubre, comienzas a ver calabazas por todos lados. Sueñas con calabazas, hueles calabazas, te dan calabazas y compras calabazas. Este año más que ninguno otro año me sumo a la invasión de las calabazas. Estoy en ese punto que en sólo veo calabazas. Y habrá que hacer algo con ellas, así que nada mejor que puré de calabaza casero como base para hacer muchas, muchas, recetas con calabazas aprovechando el momento. Ojo, que no es puré de calabaza listo para comer que, en España, solemos decir, "puré de calabaza" y pensamos enseguida en el plato, crema de calabaza. Vamos a hacer puré de calabaza para guardar y usar como base en distintas preparaciones.
Así que nos ponemos en modo Halloween, y preparamos puré como si no hubiera mañana para compartir recetas deliciosas que tengo para ustedes y para los míos. Así que empezamos por el principio y el ingrediente principal. ¡Manos a la obra!

Hacer un puré de calabazas es lo más fácil del mundo y lo mejor es que podemos congelarla por un tiempo para futuras recetas.


Necesitaremos una calabaza. La lavamos y cortamos a la mitad, en trozos grandes o en cuatro como más os guste o les quepa en la bandeja. La destripamos, limpiándola bien de semillas y esas vertebras que sobresalen. No tire las semillas se pueden guardar para asarlas también.

Forramos una bandeja de horno con papel de cocina. Colocamos las calabazas bocabajo. Agregamos un vaso de agua y las ponemos asar a 180ºC, con el calor arriba y abajo. Alrededor de unos 30 minutos aproximadamente o hasta que la carne esté blanda. Para saberlo meta un tenedor y se desliza fácilmente atravesando la corteza estará cocida y se podrá extraer la masa con una cuchara sin problemas.

Una vez asada la calabaza, saque la bandeja del horno y dele la vuelta a los trozos de calabaza hasta que enfríe. Una vez fría raspe la masa separándola de la corteza. Pase la masa por un triturador o en su defecto, un pasapuré como yo en este caso, que se me ha roto la Thermomix. Sí dan ganas de llorar. Guarde el puré en un recipiente con tapa.  Puede conservarse en el congelador por un año.



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