RECETA DE POLOS DE CHIRIMOYA
Mi abuelo solía
reunir las monedas en montañitas encima del televisor, cuando los televisores eran tan anchos como para poner cosas encima. Monedas de 10, de
20, un 1 peso. Yo y mi hermana pequeña pasábamos cuando no nos veía, y solíamos
coger una moneda de 20 céntimos para comprar durofrío (polos en España). Mi abuelo peleaba por la
desaparición misteriosa de sus monedas, yo siempre sospeché que él sabía que éramos
nosotras y que las dejaba ahí para nosotras. Tuvo esa costumbre de amontonar monedas toda la vida aún, cuando ya habíamos crecido y estábamos
muy lejos de casa. 20 céntimos era lo que costaba en aquel momento, (una peseta
cubana de entonces) comprar durofrío. Mi favorito era el de
vainilla o fresa. Odiaba cuando sólo quedaba el de coco.
A
la salida del colegio, en la acera de enfrente, había una señora (que ya no
recuerdo su nombre) que vendía durofríos de frutas, sinceramente, esos eran los
mejores pero unos céntimos más caros. Y el descansillo de la puerta se le
llenaban de chiquillos pidiéndole a gritos, como suelen hablar los niños a la
edad de 7 a 8 años, para que les vendiera durofríos. Esta receta se la dedico a mi abuelo. Te echo de menos, unos días como hoy, más que otros.
El durofrío de limonada era mucho, mucho mejor que el de vainilla o
fresa. Como vengo de un país tropical
los polos de mango, guanaba, chirimoya, guayaba incluso mamey eran muy habitual
en temporada. Y refrescaban muchísimo. Hubo un tiempo en mi adolescencia en que
me convertí en la señora de los polos, para sacarme un dinerillo para mis
cosas. Los hacía sólo de fruta. Para entonces se vendías a 1 peso, lo que
equivaldría en España a un 1€, me hice famosa en mi barrio por esos polos, pero
me aburrí de hacerlos. En plenos agosto, una sola persona podía llevarse todos
los que tenía en la nevera y otra vez tenía que ponerme a la carga, con solo
dos moldes de 8 cavidades. Hacia una eternidad que no hacía
esto.
RECETA POLOS DE
CHIRIMOYA
INGREDIENTES
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2 chirimoyas
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100 ml de leche entera
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200 ml de agua
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100 g de azúcar blanca
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1 o 2 cucharadas de licor blanco o ron (opcional para acentuar el
sabor de la chirimoya)
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PREPARACIÓN
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Separar la carne de la chirimoya de las semillas y ponerlo justo al
resto de ingredientes, menos el licor, en una batidora eléctrica. Batir a alta
velocidad hasta que los trozos de chirimoya se hayan desecho y obtenga un zumo homogéneo.
Añadir el licor si lo desea.
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Verter el preparado en los moldes y guardar en el congelador. Si
vuestros moldes no llevan palillos incorporados, y compráis palillos plásticos
o madera como los que he puesto para estos polos, ponga a congelar durante unos
35 o 40 minutos el molde en el congelador, la preparación estará un poco más
dura pero aún suave como para insertar los palillos y queden rectos.
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Para consumir, mojar el molde por fuera con agua caliente y tire del
palillo con cuidado.
Mi madre fliparía con esta receta. No he visto persona más obsesionada por las chirimoyas que ella. Además espera a que están super blandas (cosa que yo odio en la fruta) y pone una cara de felicidad con cada cucharada que le mete jajajajaja en fin, le voy a enseñar la receta a ver que dice. Besos!!
ResponderEliminarGracias isa,por cometar siempre. Pues es curioso porque es una de las frutas que menos me gusta y sólo la tomo así, o en helado o batidos. Me alegra que a tu madre le guste. Besos guapísima.
EliminarA mí también me fascina y además bien madura, tanto que compré demasiadas y ya no me entran más ,así es que estoy tardando en hacer tu receta de helado. Manos a la obra. Cuídate mucho
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